Por: Señorita Pepis / Septiembre 2014
En invierno, cuando tenemos frío, tenemos la costumbre de llevar una buena cantidad de frutos secos en nuestros bolsos, porque todos sabemos que estos alimentos tienen bastantes nutrientes que te aportan una gran cantidad de energía en el momento que los consumes.
Pero también es cierto que tenemos ciertos perjuicios a la hora de consumirlos porque pensamos que al ser ricos en calorías y grasas, engordan, y eso hace que muchas personas prescindan de ellos, a menos que hayan realizado una gran cantidad de ejercicio físico.
Por otro lado, somos conscientes de que los frutos secos son adecuados para mantener una buena salud. Para nosotros es más usual comer nueces o piñones que pistachos, que a veces los asociamos más a un ingrediente en la gastronomía de los países árabes o para acompañar un aperitivo.
Sin embargo, su consumo se ha incrementado en los últimos años por sus buenas propiedades antioxidantes, bajo contenido en grasas, alto contenido en fibra, proteínas, hierro y vitamina A. Además de regular el tránsito intestinal, ayudan a bajar el colesterol, a prevenir el cáncer y la diabetes.
Originarios de Oriente Medio, dicen que tienen su origen en la región de Khorosan, donde se cultivan desde el siglo II a.de C. Y que fue consumido ya en la época de los romanos.
Estados Unidos es el segundo productor mundial de pistachos. Desde principios de agosto y hasta octubre se recolecta este fruto. Necesitan un mínimo de 5 y un máximo de 7 años para que el árbol del pistacho alcance su mayoría de edad y empiece a dar frutos cada dos años. Una vez maduros, se tuestan y salan y están dispuestos para ser ingeridos. Pero también se utilizan crudos para hacer helados y pasteles.
Los distintos estudios realizados en la Universidad Estatal de Pennsylvania por la doctora West, respaldados por la asociación American Pistachio Growers, de Fresno, en California, demuestran que una dieta moderada en grasas con ingesta de pistachos puede reducir el peligro cardiovascular en personas adultas con diabetes tipo 2.
Y la doctora Nieves Palacios, jefa del Servicio de Medicina, Endocrinología y Nutrición del Centro de Medicina del Consejo Superior de Deportes (CSD) de Madrid, considera que los resultados del estudio de la Universidad americana son muy importantes, porque esta enfermedad constituye un problema sanitario muy grave con 246 millones de personas afectadas en el mundo.
Este estudio demuestra de nuevo que los pistachos benefician la salud cardiovascular y mejoran la presión sanguínea si se toman como parte de una dieta saludable. Y no sólo eso, según el doctor M. Aldemir del Hospital Universitario y Centro de Investigación Ataturk de Ankara, en Turquía, comer pistachos puede mejorar los síntomas de la disfunción eréctil.
Pero además, de los pistachos, como del cerdo, se utiliza casi todo. Se puede extraer un colorante verde que se usa en alimentación. De las hojas también se puede extraer tanino utilizado en el curtido de pieles. La madera del árbol del pistacho es dura, sirve como buen combustible y se utiliza en la metalurgia y la minería.
Así que ya tenemos que incluir este fruto en nuestra alimentación diaria.