Por: Señorita Pepis / Octubre 2014
Madonna, Sarah Hyland, Maribel Verdú, Blanca Suarez, Jennifer López, Olivia Wilde, Hiba Abouk , Olivia Palermo y muchas más. Todas ellas mujeres de una gran personalidad, bellas y triunfadoras, han lucido en alguna ocasión una joya de Carrera y Carrera, una de las marcas españolas de alta joyería internacional más reconocidas.
Dicen que una joya es el complemento perfecto para una mujer. Elizabeth Taylor, la gran diva de Hollywood estaría de acuerdo porque pasará a la historia como poseedora de una de las más grandes colecciones de joyas del mundo. “Las muchachas grandes necesitan diamantes grandes”, es una de sus frases, que la estrella debió de repetir machaconamente a cada uno de sus maridos, hechizándoles con sus preciosos ojos color violeta.
Porque ellos, sabedores de la pasión que despertaban en la actriz los diamantes, le regalaban importantes piezas. Pero fue Richard Burton quién colmó todos sus deseos, consiguiéndole las más fastuosas. Ella, al contrario que otras mujeres que guardaban las joyas para ocasiones especiales, las lució todos los días de su vida.
Carrera y Carrera, magnificas joyas en oro y piedras preciosas, icono de lujo y estilo, homenajea al mantón de Manila con una nueva colección llamada “Seda Imperial”.
Porque el origen del mantón está en China, aunque lo asociemos al baile flamenco y al folklore andaluz. Y no es de extrañar, porque fueron las cigarreras de la fábrica de tabaco de Sevilla quienes pusieron los mantones de moda, haciendo desaparecer de ellos los bordados de dragones y pagodas, que cambiaron por flores, pájaros, rosas y claveles , además de añadir flecos.
Se popularizó como Mantón de Manila, porque fue de ese puerto donde la colonia española desembarcabas las mercancías procedentes de Oriente, pero fue a partir del siglo XIX cuando se convirtió en símbolo de lo andaluz.
La leyenda de cómo llego el mantón a Sevilla es mucho más romántica y habla de una historia de desamor, de la princesa Liu-Tsu, que como venganza por tener que casarse con un Khan bárbaro a quién no amaba, tiró al mar un chal con el gran secreto de Oriente, el del bordado sobre Seda Imperial, y siglos más tarde, el chal de la desgraciada princesa fue encontrado por una bordadora de Sevilla, que decidió seguir guardando el misterio.
Así que las joyas de una parte de esta colección de Carrera y Carrera llamada “Emperatriz” tienen formas de flores, como las del mantón, rosas, lirios, lotos, etcétera, de distintos tamaños e imitan sus bordados.
Otro grupo se llama “Sierpes” en honor a la calle sevillana, y otro “Garzas”, porque en los mantones tampoco faltan los motivos de animales. Y por último, la denominada “Orquídea”, una de las flores más presentes en los bordados, con preciosos rubíes engarzados.
Los mantones de Manila un clásico complemento de la elegancia que nunca pasará de moda.