Por: Señorita Pepis / marzo 2015

Por fin se estrenó en el teatro Coliseum de Barcelona el espectáculo “Miguel de Molina, al desnudo”, producido por Jorge Javier Vázquez, presentador del programa Sálvame de T5.
Miguel Frías de Molina que es “Miguel de Molina”, interpretado por Angel Ruiz. La obra está dirigida por Juan Carlos Rubio y al piano César Belda. Se trata de un proyecto musical que hace un recorrido por la vida del genial intérprete de la copla española. Valiente, creativo, con una gran personalidad, homosexual y, en definitiva, una persona adelantada a su tiempo. Un artista estupendo que se rodeó de otros grandes españoles como García Lorca, Conchita Piquer, Manuel de Falla y que no se dejó ningunear por el ambiente facha, machista y retrogrado que imperaba en ese momento en nuestro país.
Mucha expectación para ver la obra de “Jorge Javier” recomendada hasta la saciedad en el programa de tarde de la cadena T5. Los espectadores que asistieron al estreno, salvando honrosas excepciones, convirtieron la platea del precioso teatro en una continuación del plato de Sálvame. Señoras mayores, bastante mayores, mudadas de domingo, recién salidas de la peluquería, apenas sabían que es lo que iban a ver al teatro, algunas preguntaban por el presentador Jorge Javier y cambian su expresión de ansiedad a decepción cuando le comunicaban que él no estaba, ni se le esperaba. Muchas bocas se abrieron a lo largo de la función, y no precisamente de admiración, sino de sopor cercano a la somnolencia que hizo dar más de un brinco cuando el genial Angel Ruiz entonaba algunas de las clásicas canciones del repertorio.
Pero hubo un momento en que todos los ojos se abrieron como platos al aparecer en la pantalla de proyección que presidía el escenario, una foto de Jorge Javier. La imagen tenía que ver con un corto que recreaba uno de los momentos más importantes que marcaron la vida del intérprete donde el presentador, JJ Vázquez, interpretaba al amigo íntimo del artista. Aplausos, risas durante unos minutos, y el teatro se vino abajo. Fue como una aparición. La obra continúo y cuando ya se veía venir el final y casi antes de aplaudir, un grupo de gente empezó a abandonar el patio de butacas, sin ni siquiera darse la vuelta. Solo se dieron la vuelta, cuando ante los aplausos, una parte del respetable actor se dispuso a entonar un bis.
Da pena que una gran interpretación que nos acerca a una toma de contacto con un pasado que no debiera repetirse jamás, sea tan poco apreciado por un público tan desconsiderado.
Ya en casa, me dispongo a ver el final del reality Gran Hermano Vip. La pugna estaba entre Belén Esteban y Aguasantas Vilches. Viendo la evolución de la gala y presenciando la actuación de la Esteban, me di cuenta hasta que punto no parecen haber pasado por nuestro país cien años desde el nacimiento del cantante. Belén y sus seguidores representan a esa España, inculta, intolerante, desconsiderada, antigua, intransigente que abandera la falta de educación como el mejor de los valores y que terminó destruyéndolo. Belén, la mujer que se hizo famosa por tener una relación sentimental y haber parido una hija de uno de los toreros más mediáticos, que se ha esnifado media Colombia y que se ha hecho rica exhibiendo su vida privada y la de todo su entorno. La Esteban no sabe separar donde empieza su vida pública y privada y se ha convertido, a través de su paso por el concurso, en una de las mujeres más cuestionadas de España.

Una mujer terriblemente intransigente y cruel con otra como es la ex concejala de Los Yébenes Olvido Hormigos, a la que consiguió expulsar de la casa con su acoso imperdonable. Una mujer que representa a las mujeres con personalidad, que asumen su realidad, que luchan por salir adelante y afrontan su sexualidad con valentía.


Sí, Olvido ha actuado como lo haría un hombre teniendo una relación abierta e inteligente con su marido después de que se les terminará el amor y decidieran seguir viviendo juntos por el bien de sus hijos, y dejándose llevar por sus instintos o sentimientos, pero en la sociedad que rodea y admira a la Esteban, en la que desgraciadamente vivimos, se lo han puesto difícil, nunca podrá volver a ejercer su carrera de maestra, jamás podrá dedicarse de nuevo a la política. Si tiene una relación con alguien se la perseguirá y juzgará como a la peor de las personas. Su marido, siempre, será una víctima porque ella le ha “engañado”.

Falsos e hipócritas quienes opinan así, quienes no perdona algo que no les atañe. Esta mujer tuvo una relación extramatrimonial y alguien por venganza la hizo pública y la convirtió en espectáculo en las redes sociales. Si no hubiera sido una mujer no habría sido cuestionada ni juzgada. Pero eso solo le afecta a ella y a su entorno. Vale ya de rasgarse las vestiduras, vale ya de ser insultada por absurdas participantes de realitys cutres, tipo Ylenias y compañías, por chonis, incultas, despelotadas y barriobajeras sin prejuicios a la hora de mantener escenas subidas de tono delante de todos. Ojalá tuviéramos en España muchas Olvido Hormigos y pocas Belén Esteban.

Pero la España que condenó al ostracismo a Miguel de Molina está vigente, la que lo expulso al exilio sigue más viva que nunca en esta sociedad donde se valora la estupidez en contra de la inteligencia. Donde se apoya a personajes lamentables al que ríen las gracias, toda una sarta de personajillos que se apuntan al carro de vivir del cuento.
En plató Jordi González se encargo de lamerle el trasero a la de Paracuellos, su trato con guante de seda era digno de psiquiatra y la pobre Aguasantas ocupo un banco como para adornar el plató. Lamentable las risas de la Esteban cuando le enseñaban las grabaciones de sus exabruptos. Vergüenza debería tener sabiendo que pocos metros más allá estaban su hija y el de la ambulancia, o sea, el Miguel, su novio. Pobre chico, que se prepare para ser más que mangoneado.

Curiosamente Belén Esteban y Miguel de Molina tienen un país en común y es Argentina, por supuesto, por distintas razones. Para Miguel fue el país que después de tantas vicisitudes le acogió y para Belén porque en su papel de “santa” y dándose cuenta de hasta qué punto la ha “cagado” decidió tirar “palante” y empezar a lavar imagen (me imagino que en cada corte de publicidad, la estarían aleccionando… que la vida es “muy” larga y queda mucha tele por delante) y dio el golpe de efecto. El importe del premio para cuatro asociaciones de las que ayudan al prójimo, una de ellas la de la monja argentina Sor Lucia, la reivindicativa con el “ego más allá de las nubes sin llegar al cielo” con buena voluntad, pero sin ningún interés en ser discreta y humilde. Que importa… Dios las cría y ellas se juntan.