Por: Señorita Pepis / diciembre 2015
Ana Boyer, sonriente y elegante, se presentó ante los medios en la Christmas Party de la firma de moda Caramelo. Dicen que es la hija más “sosa” de la “reina de corazones” Isabel Preysler y del fallecido ex ministro Miguel Boyer. En todo caso la más desconocida hasta que se convirtió en la pareja del guapísimo tenista Fernando Verdasco.
Un año muy duro para Ana, ya que ha visto como fallecía su padre y como su madre muy poco tiempo después volvía a enamorarse, en esta ocasión del escritor peruano Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura. Dicen que Ana no lleva muy bien una relación que a todos sorprendió por lo rápida que se produjo. Según parece el Premio Nobel llevaba años admirando a Isabel y fue a por ella en cuando se quedo viuda. Es cierto que se conocían desde hacía años pero… hablando de la Preysler, y teniendo ésta la bendición de la revista ¡Hola!, nadie ha osado cuestionar la premura de la relación.
A Ana, hija de Boyer, le chirrió la facilidad de su mamá para enamorarse de nuevo tan pronto. Pero aunque no le haga gracia en privado, públicamente apoya a su madre y comenta que “no me importaría que mi madre se casara con Mario”. Sin embargo no ha acudido días pasados a Miami, a la cena que la familia Preysler y el escritor han organizado con motivo del día de Acción de Gracias, a la que sí han asistido todos sus hermanos.
Guapa, vestida de una manera sobria, pasó por el photocall y contestó a todas las preguntas de los medios con un estilo de lo más profesional y educado (nada que ver con la simpatía de Tamara ni con la cercanía de Chabeli).
Ana Boyer comentó, que aunque Fernando y ella han alquilado un piso que están decorando y en el que desde hace muy poquito conviven juntos, esto no tienen nada que ver con que su madre esté con Vargas Llosa, solo ha coincidido en el tiempo.
La relación con el tenista parece que va bien, aunque él viaja muchísimo y se ven menos de lo que Ana quisiera.”Buscamos huecos y aprovechamos los fines de semana, no he tenido más remedio que acostumbrarme a su ausencia”. Ana dice que lo mejor de vivir juntos es que se ven más y lo peor que Verdasco es un poco desordenado y ella muy ordenada.En cuanto a una posible boda ni ella ni su madre tienen intención de precipitar las cosas. Dijo tener una relación muy buena con todos sus hermanos tanto por parte de madre como de padre, aunque a estos últimos los ve menos.
La pequeña de las Preysler aprovechará las fiestas navideñas para reunirse con toda su familia, aunque está por decidir si será en España o en Miami. Este será el segundo año sin su padre al que echa muchísimo en falta.