Por: Señorita Pepis / enero 2015

Cuando hablamos de un buen look no nos referimos solo a un buen conjunto de ropa, el maquillaje y el peinado son el complemente imprescindible. Ir con la cara lavada por muy natural que resulte no se lleva, pero la mayoría de nosotros no tenemos ni idea de cómo maquillarnos, y si no nos ponemos en manos de un buen profesional corremos el lujo de ir por la calle en plan mascarada.
Eso debió de penar Marilyn Monroe cuando a medida que evolucionaba su carrera, se dio cuenta que aún siendo bellísima, se podía sacar muchísimo más partido, y afortunadamente después de muchos vaivenes, cayó en manos de Max Factor a autor del maquillaje que la convertirá en icono mundial y una estrella para la eternidad.

La historia de Maximilian Faktorowitz es muy interesante, un joven ruso que siguiendo los pasos de su familia se formó como maquillador y peluquero forjando sus conocimientos en los integrantes del ballet ruso. Su familia de origen judío polaco emigró en 1004 a América buscando una mejor vida. Instalados en California americanizaron su apellido y revolucionaron con sus conocimientos el sector de la peluquería y el maquillaje.

Los Ángeles albergaban en esos momentos la recién estrenada industria cinematográfica, empezaba la edad dorada de Hollywood. Al darse cuenta que las luces de los sets de filmación afectaban a las facciones y a los tonos de piel de los actores se dedicaron a investigar, y crearon un maquillaje compacto que se transformó en imprescindible en los estudios de cine y en la calle a partir de los años 20.

Así nació la colaboración entre el ya Max Factor y el cine, fue el artífice de algunos de los look de las actrices más importantes del momento y considerado como padre del maquillaje moderno. Ideo pestañas postizas para algunas de ellas, creo tonos de maquillaje pensados para cada una de las actrices del momentos, como el su célebre Panstick con el que las actrices cubrían sus imperfecciones.

Fue el primero en crear una línea waterpoof, para que Esther Williams pudiera interpretar escenas acuáticas y seguir maquillada, desarrolló numerosas técnicas de maquillaje tanto para efectos especiales como para embellecer. Desarrollo la teoría “Color Harmony” un color para cada tipo de piel, de cabello, de ojos. Manicura, lápices de labios nada se le resistió a Max Factor que creó una compañía que ha pasado de padres a hijos hasta la actualidad convertida en una importante marca.

Pero su obra más perfecta fue la de Norma Jeane la joven que entró en su “Blonde Room” a finales de los 40, con su melena morena y salió convertida en rubia platino, pero no habría sido lo mismo sin sus sensuales labios rojos y los ojos delineados de manera espectacular, el look de belleza más famoso de los 40 fue obra de Max Factor Jr. Y sigue dominando el mundo de la moda .El tono Ruby Tuesday, inspirado en la barra de labios del color favorito de Marilyn , sigue siendo uno de los tonos más populares y que otorga glamour al instante , tanto para los profesionales del maquillaje como para las mujeres reales.

Hoy la marca anuncia que Marilyn Monroe se convierte en su embajadora mundial del glamour. No podían haber elegido a nadie mejor, porque su belleza, sensualidad y estilos siguen más vivos que nunca e inspirando a las mujeres de todo el mundo a conseguir su propia y personal transformación. La campaña está liderada por la icónica maquilladora profesional Pat McGrath, y algunos rostros famosos como la reconocida modelo Candice Swanepoel y en ella Max Factor invita a todas las mujeres a publicar un selfie con su transformación más glamorosa utilizando el hashtag #GlamJan y un mensaje sobre cómo se sienten.

Marilyn Monroe dijo: “Nunca he dejado a nadie en quien haya creído” y nunca dejó a Max Factor.
