Por: Señorita Pepis / febrero 2015
Érase una vez una joven mexicana de paso por Sevilla, ciudad a la que había llegado a pasar una temporada con motivo de un intercambio universitario. Durante su estancia en la capital hispalense y durante un paseo con un amigo por un sendero, apareció un caballero en su corcel. Sus miradas se cruzaron y la belleza de Genoveva casi tira al jinete del caballo. En ese instante comenzó el romance. Se encontraron, se dejó besar y algo más, porque ese mismo año nacieron gemelos, Luis y Amina. El hidalgo, no resultó ser un príncipe, pero si un conde, el de Salvatierra, que tampoco está nada mal, perteneciente a la casa de Alba.
Genoveva Casanova y Cayetano Martínez de Irujo se casaron, aunque el matrimonio duró poco. Genoveva empezó a volar, vinieron otros galanes, como el cantante Luis Miguel, Álvaro Vargas Llosa, hijo del escritor; y en medio de los rumores que la situaban de nuevo emparejada a su ex marido, nos enteramos que está de nuevo enamorada, esta vez de un ex ministro, viudo recientemente, José María Michavilla, padre de cuatro hijos. Sin embargo, aún estando juntos, ella se empeña en no confirmar su amor.
La historia de Genoveva Casanova parece sacada del guion de una de las telenovelas de éxito de su México natal. Porque la joven dejó su vida al otro lado del charco, se quedó en España y pasó a ser una de las protagonistas más requeridas de la vida social del país y de la revista ¡Hola! Para la que posa más que encantada periódicamente.
Durante estos días la hemos visto de nuevo en un photocall, esta vez como madrina de la firma de ropa catalana Naulover, dentro de la 080 Barcelona Fashion. Un acierto por parte de la marca, porque Genoveva está de actualidad por la supuesta batalla que mantiene con su ex marido Cayetano por motivos económicos.
”De mi vida personal no hago declaraciones”, empezó diciendo Genoveva a las preguntas de los informadores, interesados sobre el conflicto que le enfrenta a su ex pareja, que habría pedido a los jueces una revisión de las condiciones de separación y manutención de sus hijos. Según ella: “No he recibido ninguna notificación por parte del juzgado, así que no importa lo que yo o él queramos, porque serán los jueces los que dictaminen siempre en favor de los hijos”. Quiso dar por zanjado el tema diciendo: “Los que me conocen saben como soy”. Y a ver el desfile.
La colección que presentó Naulover se llama “Madeimoselle Zhivago” y está inspirada en Larisa Fiódorovna, protagonista de la novela de Boris Pasternak,” Doctor Zhivago”, o lo que es lo mismo, “Doctor Vida”. Una mujer decidida y real que sabe amar y a la que los acontecimientos sociales le separan de su gran amor, el médico y poeta Yuri Andreyevich Zhivago.
¿Qué similitudes tienen Genoveva con esta mujer en la que se inspira la colección? Habría que preguntárselo a Carmen Noguera, CEO y diseñadora de la marca, aunque, así a bote pronto, se me ocurre relacionar al autor de la novela y a la mexicana con el Premio Nobel, por muy distintos motivos, claro: Boris Pasternak por negarse a recoger el galardón que le concedieron por su obra maestra y Genoveva por convertirse en protagonista, con sus abrigos de pieles, en la ceremonia que otorgaba el Nobel de Literatura al escritor Mario Vargas Llosa, por entonces padre de su novio, Alvaro.
Las piezas de ropa que comercializa Naulover y que han lucido las modelos en la pasarela, están dirigidas a mujeres elegantes y sofisticadas que se visten para sí mismas, que demuestran tener un espíritu irónico, excéntrico e individualista.
De líneas geométricas, muy definidas. Chaquetas adaptadas a las formas del cuerpo, abrigos y pantalones de líneas claras. Los vestidos minis destacan por las aberturas y el corte entallado.
Las pieles y el pelaje combinados con punto de calidad tan característico de la firma, son los materiales claves de las prendas de esta colección. Las piezas respiran un espíritu irónico, evocando a la revolución bolchevique y a la guerra civil rusa.
Los colores monocromáticos se ven rotos por estampados exóticos, como un paisaje de flores. El color negro, sirve de preludio al naranja, el burdeos, el azul, el rojo o el verde.
En definitiva, ropa estilosa y elegante que hará que las mujeres se sientan especiales, vayan donde vayan. Como Genoveva.