Por: Señorita Pepis / febrero 2016
Manolo Blahnik, es con distancia el personaje más interesante e importante del mundo de la moda que ha pasado por el 080 Barcelona Fashion en las últimas ediciones. Este canario, diseñador de los zapatos más prestigiosos del mundo, los famosos y deseados manolos (“no me gusta que llamen a mis zapatos manolos, parece el nombre de un bar de toreros retirados, bromea”) residente en Londres y reconocido y admirado globalmente, es un personaje. Elegante, carismático, divertido, expresivo, cercano, todo un exquisito caballero inglés, aunque de ascendencia española, ha pasado por Barcelona para presentar su libro, Manolo Brahnik: Fleeting Gestures and Obssessions”.
Un gran número de personas, hacían cola desde primera hora de la mañana para coger un sitio en las primeras filas, poder verle de cerca, y escuchar la charla que ha mantenido con el periodista y amigo Carlos García-Calvo, sobre su vida, su trayectoria y sobre la moda. Más tarde algunos espectadores han tenido la ocasión de formularle algunas preguntas.
Ha aparecido sobre el escenario con un traje cruzado de color malva, camisa blanca y pajarita de cuadros, calcetines de rayas color lila y unos zapatos, que parecían muy cómodos, de ante tostado, que tiene desde hace años y sus imprescindibles gafitas de montura redondas. Se ha mantenido de pie durante unos minutos, con una expresión risueña y las manos en los costados, como si quisiera decir, algo así como…“ya estoy aquí” dejándose observar, consciente de la curiosidad y admiración que despierta.
No sé, si los asistentes a esta charla, conocían la existencia de este diseñador mas allá de la serie “Sexo en Nueva York” donde la actriz Sarah Jessica Parker en su papel de Carrie Bradshaw , hacía referencias continuadas a sus preciados manolos. Porque si bien es cierto que la serie dejó de emitirse hace tiempo, gracias a los estilismos de la genial Patricia Field, ha conseguido lo difícil, que los maravillosos look de sus protagonistas no hayan perdido un ápice de actualidad.
Ese hecho demuestra que la calidad está por encima de las modas, algo de lo que deberían tomar nota, los jóvenes diseñadores que han enseñado sus propuestas en la pasarela 080, y que en su mayoría han mostrado colecciones de moda “trapillo”. Han sido unos días de ver muestrario tras muestrario, de jóvenes supuestamente creativos, de los que se espera algo más que unos modelos sin sustancias ni formas, y con tejidos que parecen comprados en saldos de fábricas, a punto de cerrar gracias a la crisis… no todos… por supuesto.
No, en general no nos han hecho vibrar, no sé qué criterios sigue la organización a la hora de seleccionar a estos jóvenes, que deberían estar llamados a ocupar los puestos que en el futuro, dejarán vacantes los grandes diseñadores que marcan las tendencias de la moda actual. Pero han demostrado estar faltos de imaginación, si por imaginación no se entiende, disfrazar a las modelos de monjas o cosas parecidas.
Oyendo a los patéticos blogger que han pululado estos días por la pasarela fotografiandose sin parar, diciendo, recalcando y cansando… que son líderes de opinión, influencers y toda la sarta de tonterías que suelen canturrear… y comparándolos con Manolo Blahnik que siendo una estrella mundial, tiene la humildad de decir que “no entiendo nada de moda” dan ganas de mandar a todos estos niñatos, a freír espárragos con sus patochadas, y obligarles a aprender antes de hablar y presumir. Pero ellos, no son los culpables sino los que les hacen creer que realmente pintan algo, al invitarles a la pasarela con la intención de que llenen, espacio y hacer creer que la convocatoria ha sido un éxito. Por descontado… algunos, sí son influencers y saben realmente de lo que hablan.
Aunque estaba en Barcelona invitado por una pasarela de moda no ha tenido empacho en decir que “la moda se ha convertido en un espectáculo para entretener a gente simple” y que los desfiles le parecen algo “demodé y monótomo y que habría que buscar una nueva manera de enseñar lo que hay que vender”.
Atrevido, fascinante y de vuelta de todo, nos ha conquistado a su paso por Barcelona.