Por: Señorita Pepis / marzo 2016
La guapa Ana Boyer toma el relevo de Sara Carbonero y Clara Lago como imagen de las chanclas brasileñas Ipanema, unas “flip flop” muy divertidas de distintos estilos, perfectas y muy combinables con cualquier look para los días de sol.
La pequeña de las hijas de Isabel Preysler y Miguel Boyer y novia de Fernando Verdasco, reúne según la marca, los requisitos adecuados para ser la chica Ipanema España de esta temporada: inteligencia, naturalidad, juventud, sensualidad y talento que combina a la perfección con el espíritu de esta firma fundada en 2001, que lleva el nombre de la mítica playa carioca y con un posicionamiento importante en el mercado internacional, de cuyas campañas ha sido embajadora una de las top más famosas del mundo Giselle Bundchen.
Ana Boyer, efectivamente es la intelectual de la familia Preysler, ha terminado sus estudios de Derecho y Dirección y Administración de Empresas y hasta que se la relacionó con el atractivo tenista Fernando Verdasco era el miembro más discreto del clan Preysler-Boyer-Iglesias-Falcó. No estoy del todo segura de si mantiene su trabajo en un gabinete jurídico prestigioso; pero por mucho que le interese el Derecho, es bastante menos glamuroso y está peor pagado que lo de ser imagen de marca, por lo que le pagan una “pasta” importante. Siendo guapa y con sus apellidos, a los que se suma el famoso tenista con el que convive, se ha convertido en un reclamo ideal, no tanto por su aspecto físico, un tanto frío y distante, sino por su entorno vital.
Hace muy poco en ¡Hola!, la revista de cabecera de la familia, nos enseñó el súper ático en el que convive con el tenista, que si bien dispone de metros, la decoración tiraba a regular y más parecía una de esas casas donde estás de paso y por la que no te preocupas demasiado, porque no es tu vivienda definitiva.
Una de las frases de Ana que me llamaron la atención en la entrevista fue: “He renunciado a muchas comodidades por irme a vivir con Fernando” y pensándolo bien, lo único que se me ocurre es que a lo peor, ahora, se tiene que hacer ella misma el desayuno; porque enseñándonos semejante pisazo en una de las mejores zonas de Madrid, con unas vistas espectaculares, piscina privada, y todas las comodidades, no sé a qué pudo referirse. No creo que tenga que ir a hacer horas extras limpiando un colegio, por ejemplo, para pagarlo.
Poco se les ha pegado a estas chicas el estilazo, saber estar y lo que decir en cada momento, de su madre Isabel Preysler.