Por: Señorita Pepis / diciembre 2014
La belleza de un paisaje nevado ha sido fuente de inspiración para multitud de historias de amor, de hadas, pero también de miedo. Leyendas varias, con finales inesperados ambientadas en paisajes gélidos. Una de las más conocidas la de Yuki-onna, la Dama de las Nieves, bellísima de largos cabellos y piel transparente que por su color hace que se confunda con la nieve, quién no ha oído hablar de este personaje que se desplaza flotando y que según dice la leyenda nipona, se aparece a las gentes que se pierde en las montañas para evitarles un trágico final. O de Sgroya, otra dama de la nieve, esta vez rusa, también bellísima, alta y atractiva, morena y de increíbles ojos esmeralda que se materializa a la vera de los caminos nevados ofreciendo a los caminantes su amor. Una invitación irresistible por la que si es aceptada se pagará un alto precio. ¿Será verdad?
La estación más fría del año y la caída de las primeras nevadas nos invita a desplazarnos a la montaña donde los paisajes se tiñen de blanco conformando parajes de ensueño. Uno de los más bellos a los que podemos acceder es al Pirineo de Navarra, un entorno natural único que destaca por sus extensos y bellos bosques rodeados de imponentes montañas y senderos infinitos que nos invitan a disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
Caminar con raquetas sobre la nieve virgen, realizar recorridos de esquí de fondo por los valles del Roncal y Salazar son algunas de las opciones que acercan al visitante a los valles y las montañas navarras. Las estaciones de Roncalia y el Valle de Belagua cuentan con diversos recorridos. Se recomienda hacer las excursiones acompañados de guías y asesorados por las empresas de turismo activo y cultural del lugar.
El esquí de fondo o nórdico tienen en Navarra la oportunidad de combinar turismo y deporte en una misma actividad. Los circuitos de la estación de Larra-Belaqua son de los más atractivos del Pirineo navarro. La estación dispone de 31 kilómetros de pistas señalizadas que se adentran en espectaculares bosques de hayas. También están las cinco pistas de Abodi son Zamukadoia con un tramo fácil de 9,2 kilómetros; Zerilla, con 4,5 kilómetros; Virgen de las Nieves y Rasos de Abodi, con recorridos que varían en función de la nieva caída, y, por último, la unión entre las diferentes pistas, que suman 3,5 kilómetros.
Desde este bello entorno pirenaico, se puede aprovechar para pasear por bellos pueblos del Valle del Roncal como Isaba, Uztárroz, Roncal o Burqui y por el Valle de Salazar, con su famosa Selva del Irati y localidades como Ochagavía, Ezcároz, Esparza o Jaurrieta.
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