Por: Señorita Pepis / julio 2016
Hace unos días, voy con un poco de retraso, finalizó la última edición del 080 BCN Fashion,que este año como ,casi todos sabéis, se ha realizado en al Instituto Nacional de Educación Física de la ciudad condal. El lugar muy adecuado, si solo nos atenemos a la última tendencia mundial que pretende aunar deporte y moda. Para unos, un espacio maravilloso y “divertido” y para otros, inadecuado, puesto que las estupendas instalaciones deportivas de la escuela no reúnen el carácter acogedor y glamuroso que se le presupone a una pasarela de moda.
Alguna avispada, de las que hasta duermen con tacones, se ha dejado los tobillos en la sala de taekwondo, (que es donde se han realizado los photocall y las entrevistas post desfile), con un tatami cubierto con moqueta, que ha sido nefasto para los tobillos de algunas, que han perdido el poco equilibrio que se les presupone, al intentar compaginar sus “zancos” con un suelo pensado para practicar artes marciales.
Como es tradición, en las dos últimos ediciones los organizadores se han impuesto la misión de invitar a personajes variopintos, que trayectorias cuanto menos curiosas, en el mundo de la moda. Después de la “estrella geriátrica” Iris Apfel y el prestigiosos y elegante Manolo Blahnik, les ha tocado el turno a la estrafalaria editora Lynn Yeager y al crítico y gurú Mickey Boardman dos grandes personalidades de la moda, para este pequeño firmamento que es el 080 de Barcelona.
La estética de Lynn siempre es epatante, la podemos asociar al disfraz de un clown años veinte con pinceladas de geisha japonesa…y voy a quedarme ahí; porque con estos curiosos personajes pasa lo mismo, para mi opinión, que con algunos respetados pintores y su obra, que se ríen de la mayoría de los incautos que por falta de criterios, conocimiento o valentía les admiran y “compran” su teorías sin cuestionar nada de lo que hacen y dicen.
Para la organización, esta edición ha sido un éxito de prensa y público. Para los diseñadores hay diversidad de opiniones, aunque para la mayoría sus expectativas no eran tan cortas… y para mí…. He visto como algunos de ellos han enseñados sus colecciones en una sala medio vacía, con un público compuesto por algunos de sus invitados y por niñas jovencísimas que no pasarían de 18 años, y cuando digo niñas, es eso (falta absoluta de género masculino, aunque se podía ver a algún clon del estilista Pelayo Díaz), que se supone estudian algo…podría ser moda.
Aunque, eso sí, todas bloggers, instablogger y yotubers que, seguramente por su belleza, es posible que acumulen tantos K como ego. ¿Entender de moda? Alguna habría, aunque sus look, todos muy parecidos, no demuestran una gran creatividad.
Pero se sienten estrellas de las redes sociales, posan en el photocall como si de auténticas divas se tratara. Se han dado cuenta de la ventaja que tiene inundar sus perfiles sociales con fotos, cada vez con menos ropa, para acumular seguidores, en una sociedad en la que tantos K tienes, tantos vales, y eso lo saben las jóvenes que quieren que les contraten las marcas y pulular por las pasarelas de moda.
Pero ciñéndonos estrictamente a la moda, diremos que los diseñadores y marcas que han presentado sus propuestas en esta pasarela confirman que la próxima temporada se seguirán llevando, las bombers, los monos, petos, transparencias varias, faldas, vestidos, chaquetas largas, cortas, estampados, pantalones, etc. en todos los colores del arco iris, vamos que a tenor de lo que hemos vistos nos podremos vestir como nos de la gana porque ha habido de todo.
¡Hola! Soy periodista, quiero acreditarme para cubrir…. Periodista, pero… ¿eso qué es? Lo siento está todo cubierto, has llegado tarde. Fotos cedidas por la organización.
Ha aparecido sobre el escenario con un traje cruzado de color malva, camisa blanca y pajarita de cuadros, calcetines de rayas color lila y unos zapatos, que parecían muy cómodos, de ante tostado, que tiene desde hace años y sus imprescindibles gafitas de montura redondas. Se ha mantenido de pie durante unos minutos, con una expresión risueña y las manos en los costados, como si quisiera decir, algo así como…“ya estoy aquí” dejándose observar, consciente de la curiosidad y admiración que despierta.
No sé, si los asistentes a esta charla, conocían la existencia de este diseñador mas allá de la serie “Sexo en Nueva York” donde la actriz Sarah Jessica Parker en su papel de Carrie Bradshaw , hacía referencias continuadas a sus preciados manolos. Porque si bien es cierto que la serie dejó de emitirse hace tiempo, gracias a los estilismos de la genial Patricia Field, ha conseguido lo difícil, que los maravillosos look de sus protagonistas no hayan perdido un ápice de actualidad.
No, en general no nos han hecho vibrar, no sé qué criterios sigue la organización a la hora de seleccionar a estos jóvenes, que deberían estar llamados a ocupar los puestos que en el futuro, dejarán vacantes los grandes diseñadores que marcan las tendencias de la moda actual. Pero han demostrado estar faltos de imaginación, si por imaginación no se entiende, disfrazar a las modelos de monjas o cosas parecidas.
Oyendo a los patéticos blogger que han pululado estos días por la pasarela fotografiandose sin parar, diciendo, recalcando y cansando… que son líderes de opinión, influencers y toda la sarta de tonterías que suelen canturrear… y comparándolos con Manolo Blahnik que siendo una estrella mundial, tiene la humildad de decir que “no entiendo nada de moda” dan ganas de mandar a todos estos niñatos, a freír espárragos con sus patochadas, y obligarles a aprender antes de hablar y presumir. Pero ellos, no son los culpables sino los que les hacen creer que realmente pintan algo, al invitarles a la pasarela con la intención de que llenen, espacio y hacer creer que la convocatoria ha sido un éxito. Por descontado… algunos, sí son influencers y saben realmente de lo que hablan.
Aunque estaba en Barcelona invitado por una pasarela de moda no ha tenido empacho en decir que “la moda se ha convertido en un espectáculo para entretener a gente simple” y que los desfiles le parecen algo “demodé y monótomo y que habría que buscar una nueva manera de enseñar lo que hay que vender”.
BCN Fashion Place 