Por: Señorita Pepis / agosto 2015
Estos días de verano, el descanso nos hace prestar atención a temas o proyectos que tenemos pendientes y que, a fuerza de pensar en ellos, se convierten en imprescindibles para realizar al regreso de las vacaciones. “De este año no pasa”, nos repetimos machaconamente.
Un asunto que yo tengo pendientes es visitar exposiciones, porque me encanta la pintura, pero es algo que siempre dejo para mañana. Lo mío con la pintura es como un amor no correspondido: la cuestiono tanto y me hago tantas preguntas, que al final decido que el esfuerzo para la reconciliación es imposible.
Aún no queriendo, las preguntas me martillean: ¿Tienes que ser hijo de… amigo de… . hermano de… afiliarte a tal o cual partido… para convertirte en un pintor reconocido? ¿Tienes que ser guapo, fashion y encantador, o sea, mejor relaciones públicas que pintor para triunfar? ¿A los galeristas, de verdad les interesa el arte, o sólo forrarse? ¿Quién decide que un artista es bueno o malo? ¿Quién pone precio a sus cuadros? ¿Por qué algunos consagrados parece que nos tomen el pelo con sus obras? ¿Por qué en los ranking de mejores pintores no hay mujeres, o hay poquísimas? ¿Las mujeres no somos tan buenas pintando, como los hombres? ¿Por qué cuando preguntas a un artista lo que ha querido decir con su pintura, te dice que lo importante es lo que te transmita a ti? ¿Si no te transmite nada, es que no tenemos sensibilidad, o es que el cuadro es un bodrio?
Bueno, yo pienso…que también puede ser que el pintor haya realizado cuatro garabatos y te pase el marrón de interpretarlo. ¿Por qué los galeristas que tienen poder en España son todos tan pijos y clasistas? ¿Y…, objetivos? ¿O tienes que ser Blanca Cuesta para triunfar, también en el mundo del arte?
Tal como se valora a los artistas y como está el arte en España una buena idea sería hacer un concurso televisivo como Masterchef, Supermodelo, La Voz, etcétera, pero dedicado a la pintura. Se podía llamar Súper artistas, Súper pintores, o “1,2,3 pinta otra vez”. Yo creo que la cosa daría juego, y ¡quien dice que no descubren a un nuevo Picasso o Dalí!
Eso estaba pensando mientras navegaba por internet, con bastante desgana dicho sea de paso, y me he encontrado con una noticia que casualmente tenía que ver con la pintura. Decía que “Viajeros en el tiempo “, la primera exposición retrospectiva del artista catalán Lluís Barba, había terminado hacía unos días. ¿Qué quién es Lluís Barba? ¡Ah, bueno! Lo explico: es un artista multidisciplinar que trabaja en diversos soportes, como pintura, fotografía, escultura y videoarte.
Es uno de esos artistas que cuando vas a ver sus obras, no entras, das una vuelta rápida a la sala de exposición, miras y piensas ¡uff! Volviendo sobre tus paso con gran celeridad y hasta otro día mientras huyes de la galería, volviendote a repetir esa frase tan manida y recurrente de “eso lo hago yo”, que quiere decir algo así como que el que expone se dedique a otra cosa… Vamos, que lo suyo no es la pintura, que es lo que piensas viendo esos lienzos llenos de garabatos y colores sin ninguna gracia y que no llegan a atrapar tu interés lo más mínimo.
Pero con Barba pasa todo lo contrario: cada una de sus obras hace que te plantes delante de ellas y empieces a observar cada detalle, a reconocer cada personaje del mundo de la política de la escena, de la moda, de los medios, que interactúan superpuestos delante de una imagen que sirve como fondo y suele corresponder a la obra de un gran maestro del pasado. El fondo puede ser un paisaje, un retrato, da lo mismo, lo que importa es que intentas averiguar por qué ese personaje está puesto ahí y qué habrá querido decir su autor.
Porque, además del atractivo de sus cuadros, el autor sí dice cosas con sus pinturas. Hace una crítica sobre las desigualdades sociales y conductas humanas, conflictos religiosos, políticos, éticos, desigualdades y violación de los derechos humanos. Sus trabajos quieren reflejar la evolución del ser humano, analizando la diversidad y expansión de internet, cine televisión, publicidad. En definitiva, critica a través de su obra los problemas que la misma sociedad genera.
Fotos de Lluís Barta