Por: Señorita Pepis / abril 2015
Estas vacaciones que para muchos son la antesala de las veraniegas puesto que coinciden con un clima más primaveral y las asociamos a vivir la arraigada Semana Santa, pero además de eso hay otras opciones a tener en cuenta como disfrutar de una escapada por la Ribera del Duero (www.riberadelduero.es)y aprender un poco más sobre la cultura del vino.
¿Vino y Semana Santa? Porqué no. La devoción también forma parte de esta zona y entre las diversas procesiones que transcurren por esta parte de Castilla destaca la antigua “Bajada del Angel” que se celebra en localidades como Peñafiel o Aranda del Duero. Ambas ciudades han sido declaradas Bien de Interés Turístico Nacional. Muy conocida, también, es la procesión que tiene lugar en San Esteban de Gormaz desde el año 1624, año en el que se decidió formar un cortejo que partiera de la iglesia de San Francisco.
Pero en Aranda del Duero podemos disfrutar, al mismo tiempo, de visitas guiadas por las bodegas, catas de vinos, conocer monumentos, pernoctar en hoteles rodeados de viñedos, y degustar una gastronomía única.
Una buena forma de saber un poco más sobre los caldos es descubrir todas las fases por las que crece y madura el vino tinto o rosado característico de la zona. Por ello, las distintas bodegas de esta área nos invitan a visitarlas y participar en un sinfín de actividades.
La Bodega Emilio Moro nos ofrece la oportunidad de participar en el Taller de Catas de Barricas, donde podremos aprender las diferencias entre los distintos tipos de madera y de cómo estás influyen en la calidad y singularidad de cada uno de sus vinos.
La Bodega Cepa 21 ofrece, en cambio, una propuesta de un cariz más cultural ya que invita al viajero a realizar el Tour Museo del Vino. Incluye una visita al Museo Provincial del Vino y una entrada al Castillo de Peñafiel. Todo ello combinado con una ruta por las diferentes instalaciones de esta bodega regentada por la familia Moro y ubicada a medio camino entre Aranda del Duero y Peñafiel.
Por su parte, la bodega Pago de los Capellanes brinda una visita que inicia su recorrido cultural desde el Patio de Nogales y se adentran en un punto diáfano que enmarca las vistas a través de grandes cristaleras que permiten ver todo el paisaje característico de la Ribera del Duero. Sin duda, esta es una experiencia estética sin parangón en una bodega que acaba de ser reconocida, recientemente, como una de las 100 mejores bodegas del mundo por la prestigiosa revista especializada Wine&Spirits.
Pero además la zona de enoturismo puede disponer de muchas combinaciones, entre ellas las que aúnan lujo, gastronomía, placer y relax así que dispone de un gran abanico de alojamientos como pueden ser casas rurales, posadas reales u hoteles como el “Hotel & Spa Arzuaga” desde donde se puede contemplar el paisaje de la Ribera del Duero. Pasearse entre viñedos puede ser el preludio ideal al almuerzo donde se disfruta de un menú con las mejores materias primas de la zona. Y por último, es posible relajarse en el Circuito Spa Sensaciones.
Regalarse salud entre viñedos es posible en la Finca Torremilanos. Este establecimiento apuesta por el enoturismo de salud. Torremilanos tiene como epicentro sus bodegas y su hotel que tienen como producto estrella la viñaterapia, un tratamiento que se basa en recetas de belleza ancestrales aprovechando los ingredientes de origen biológico afines totalmente al organismo humano y procedente de las tierras vinícolas.
Por su parte, Lavida Vino-Spa Hotel ofrece la posibilidad de vivir la “Bajada del Ángel “, en Peñafiel, desde un balcón privado en la misma Plaza Medieval mientras se degusta una copa de vino Ribera del Duero y una tapa de Pascua.
La Ruta del Vino, también, se caracteriza por ofrecer una amplia variedad de platos típicos del lugar, entre los que destaca el Lechazo Asado en horno de leña, un delicioso manjar que combina a la perfección con los vinos de la zona.
Las actividades relacionadas con el enoturismo y la gastronomía puede ser una apuesta segura para todos los amantes de un buen vino y un buen manjar. En las “Bodegas Prado Rey Ribera del Duero” se puede conocer su bodega a través de una visita guiada, y además el viajero podrá probar una cata vertical de vino rosado y vino tinto con maridaje sorpresa, así como una degustación de queso gourmet RSV, aceite Prado Rey y un picoteo de ibéricos.
En Bodegas Portia el visitante podrá experimentar la unión de manjares propios de la tierra, maridaje de lechazo y vinos con denominación de origen, con vistas a los viñedos.
Interesante para el visitante será la presentación de un nuevo vino por parte de Bodega Legaris, con el que quiere dar la bienvenida a la primavera. El Grupo Matarromera ha organizado para estos días un programa en el que se incluyen visitas guiadas a sus bodegas, almuerzos de cuaresma en su restaurante la Espadaña de San Bernardo, estancias en su hotel Rural Emina, así como visitas al Monasterio de Sta Maria de Valbuena.
Otros destinos que no pueden pasar desapercibidos son algunos de los lugares mágicos de la zona en los que podemos disfrutar de las mejores visitas como el Parque del Románico, el Parque Natural Hoces del Río Riaza, la Ruta de los Castillos y el refugio de rapaces en las Hoces del Riaza.